El inicio de la estimulación temprana o de cualquier otra actividad con el bebé, debe basarse en su integración con su núcleo familiar y viceversa. Es muy importante que sienta el amor de sus padres, comenzando por su madre, quien es, durante los primeros años, el ser más cercano y del que depende en su totalidad.
El principal requerimiento de un recién nacido, además del alimento, es el amor; él siente tu estado de ánimo, percibe tus alegrías y tu enojo, así como el cariño y el fastidio. No escatimes las oportunidades de hacerle sentir tu amor, platica con él, cántale, abrázalo, acarícialo, jueguen juntos siempre que se pueda y trata de integrar a los demás miembros de la familia en estas actividades.
Es común que sea la madre quien se encargue de atender las necesidades del niño, sin embargo, es recomendable incluir al papá (claro, siempre que éste se encuentre presente y dispuesto); tal vez él podría ayudarte a bañarlo, a cambiarle el pañal o darle su biberón ya que esto ayudará en gran medida a establecer y reforzar los lazos de amor entre ambos, veras que así la convivencia fortalecerá el cariño y les va a ayudar a conocerse mucho mejor.
El éxito de la integración del bebé a su núcleo y al mundo en general, debe estar basado en el cariño, el afecto y el amor que sus padres le entreguen. Recuerda que los niños son excelentes imitadores, así que cuida lo que le vas a enseñar y transmitir en todo momento para formar a la persona que en un futuro te gustaría ver de acuerdo a sus valores como familia.